miércoles, 20 de junio de 2012

SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA



La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha definido la salud sexual como "la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad."
Ambos organismos consideran que, para que pueda lograrse y mantenerse la salud sexual, deben respetarse los derechos sexuales de todas las personas. En efecto, para lograrla, la OMS asegura que se requiere un "enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia."
En las dos últimas décadas, la agenda en salud a nivel mundial se desarrolla en el marco de las reformas sanitarias y el Perú no ha sido la excepción. Las estrategias que han sustentado estas reformas han tenido que ver fundamentalmente con la privatización selectiva, la descentralización y la focalización.
En el marco de estas reformas, después de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (CIPD) en 1994 se reenfocó el concepto de salud sexual y reproductiva, la misma que fue incorporada como derecho de las personas. Los 184 países que suscribieron el Programa de Acción de la CIPD, incluido Perú, se comprometieron a realizar los esfuerzos necesarios para adoptar las medidas planteadas en dicho Programa.
Hombres y mujeres presentan diferencias en salud, producto de la desigualdad, exclusión o discriminación. Las mujeres tienen una mayor necesidad de servicios de salud, derivada de su función reproductiva y de sus características biológicas. Las causas de enfermedad y muerte prematura en las mujeres son evitables en su mayoría y puede hacerse abordando la injusticia y la inequidad. La mortalidad materna ha sido calificada por la OPS como el reflejo más claro de la discriminación y el bajo status social de las mujeres y es reconocida como un marcador de compromiso de los Estados con el derecho a la salud. La pobreza tiene un mayor efecto sobre la salud de las mujeres debido a que restringe el acceso a los servicios de salud, así como a otros bienes y servicios; lo que es producto de la discriminación. En función de sus bajos ingresos ellas tienen que invertir proporcionalmente más en la atención de su salud
En este sentido merece especial atención las recomendaciones y mandatos que nos comprometen en relación al cuidado de la salud sexual y reproductiva como derecho de las personas, el mismo que debe reconocer a hombres y mujeres la decisión si quiere o no tener hijos, a tener embarazos y partos saludables, a no contraer enfermedades de transmisión sexual ni ser víctima de violencia y a recibir ayuda para poder engendrar hijos.
La Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva fue creada por resolución ministerial en el mes de Julio del 2004.

¿Qué hace la estrategia sanitaria nacional de salud sexual y reproductiva?
La salud sexual y reproductiva están íntimamente ligadas y son interdependientes. Con esta perspectiva, la salud reproductiva se define como el estado general de bienestar físico, mental y social de las personas y no la mera ausencia de enfermedades o dolencias, en la esfera sexual y reproductiva. La Salud Reproductiva incluye la capacidad de las personas para tener una vida sexual segura y satisfactoria para reproducirse con la libertad de decidir cuándo, cómo y con qué frecuencia hacerlo. Este concepto implica el ejercicio de una sexualidad responsable, basada en relaciones de igualdad y equidad entre los sexos, el pleno respeto de la integridad física del cuerpo humano y la voluntad de asumir responsabilidad por las consecuencias de la conducta sexual.
La sexualidad y la reproducción son parte intrínseca de la salud sexual y reproductiva. La sexualidad forma parte de la vida de las personas durante toda su existencia y se desarrolla a través de los años, sobre la base del conocimiento, valores, creencias y costumbres de su entorno social. La sexualidad es una realidad con la que viven a diario todas las personas, trasciende lo físico (relaciones sexuales); se traduce en las diferentes formas (conductas) que tienen las personas para expresarse y relacionarse con su entorno social y constituye una fuente importante de bienestar y placer tanto físico toda la vida, la reproducción es la capacidad temporal de procrear que tienen hombres y mujeres. En la mujer, esta capacidad está limitada a los días fértiles del ciclo menstrual, en el período comprendido entre la menarquia y la menopausia, mientras que en el hombre esta capacidad es más prolongada.
La atención a la salud sexual y reproductiva es el conjunto de métodos, técnicas y servicios promocionales, preventivos, recuperativos y rehabilitadores, que contribuyen a la salud y al bienestar sexual y reproductivo de las personas de acuerdo con sus necesidades cambiantes en cada etapa de la vida. Como mental, pero también constituye uno de los ejes fundamentales sobre los que se construyen las desigualdades e inequidades. Mientras que la sexualidad está presente y forma parte de la calidad de vida y la salud de las personas están en gran medida influenciadas por sus conductas y comportamientos en la esfera sexual y reproductiva, por lo tanto la salud sexual y reproductiva constituye un elemento clave para mejorar la calidad de vida de las personas.
PLANIFICACIÓN FAMILIAR:
Planificación familiar es el conjunto de prácticas que pueden ser utilizadas por una mujer, un hombre o una pareja de potenciales progenitores, orientadas básicamente al control de la reproducción mediante el uso de métodos anticonceptivos en la práctica de relaciones sexuales.
El control o planificación familiar puede tener como objetivo engendrar o no descendientes y, en su caso, decidir sobre el número de hijos, el momento y las circunstancias -sociales, económicas y personales- en las que se desea tenerlos.
También se incluye dentro de la planificación familiar la educación de la sexualidad, la prevención y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, el asesoramiento antes de la fecundación, durante el embarazo y el parto.
MATERNIDAD RESPONSABLE:
La mayoría de mujeres crece con la idea de algún día ser madre, pero más allá de la ternura que despierta la idea, pocas tienen conciencia de la responsabilidad que esto significa.  En muchas ocasiones el embarazo se da como resultado de la pérdida de control, falta de educación sexual o, peor aún, como consecuencia de una violación.  Es un compromiso que llega de la noche a la mañana, lejos está de ser una noticia esperada, adquirida con responsabilidad, para la sana reproducción de la especie, así como para la alegría de una familia.  En cualquier parte del mundo lo que las progenitoras adolescentes pueden ofrecer a la criatura son condiciones precarias de salud, una madre con altibajos emocionales, muy probablemente, la ausencia de la figura paterna, amén de un futuro incierto y carente de oportunidades para su desarrollo integral.                                                                          

Un embarazo adolescente acarrea consecuencias graves tanto para el nuevo ser como para la madre.  Para esta última, las repercusiones van desde la forzosa deserción escolar, hasta complicaciones de salud que pueden llevarla a la muerte.  Y, a largo plazo, se ha observado que las madres jóvenes tienden a conformar familias numerosas, aun sin contar con los medios necesarios para brindar a sus hijos un hogar con las comodidades mínimas necesarias, lo que las lleva a caer en un círculo vicioso de pobreza y subdesarrollo.

En el Perú los servicios de salud reproductiva deberían - idealmente - incluir información y servicios de planificación familiar, educación y servicios de atención pre - natal, obstétrica y de post - parto, información y educación sobre paternidad responsable, prevención y tratamiento de la infertilidad, de las infecciones del aparato reproductivo y de las enfermedades de transmisión sexual, información y educación sobre sexualidad humana, salud sexual y derechos reproductivos, los mismos que en El Cairo fueron definitivamente consagrados como parte de los derechos humanos reconocidos por las leyes nacionales.
Los derechos reproductivos se basan en la facultad elemental que asiste, sin excepción, a todos los individuos y parejas de decidir libre y de forma responsable el número de sus hijos y el momento de tenerlos, y de disponer de información, consejería y servicios para lograrlo. Los derechos reproductivos se ejercen a través de la planificación familiar, mediante el uso de métodos - tradicionales o modernos - para espaciar o limitar los nacimientos
En el área de Planificación Familiar, la comunicación, aspecto fundamental en la interacción entre personas —que consiste en transmitir y recibir mensajes a través de diferentes medios— permite relacionarnos con mayor armonía, promoviendo el entendimiento entre las partes y con ello la tolerancia y la paz. Sin embargo, por ser el proceso de comunicación bastante complejo —ya que involucra diferentes actores—, se requiere la voluntad de las partes para que continúe hacia una madurez orientada a lograr un bienestar común.
El planeamiento de políticas de población compromete al Estado. En el caso de la Planificación Familiar, la eficiencia de la comunicación es crucial; por el hecho de involucrar la sexualidad, la equidad de género, la salud preventiva, valores religiosos, éticos y culturales, que debemos compatibilizar con los derechos humanos universalmente reconocidos.
Este Plan de Acción ha sido aceptado por el Gobierno del Perú en el marco de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (Conf. De El Cairo). Así mismo el Ministerio de Salud ha publicado la Política Nacional de Comunicación para la Salud, que es un aporte al tema, y que refuerza la importancia de la salud preventiva y de las acciones de información, educación y comunicación.
En Febrero se oficializa por Resolución del Ministerio de Salud 071-96, el Programa Salud Reproductiva y Planificación Familiar 1996-2000, que plantea misión, objetivos, metas, estrategias, líneas de acción y actividades que el Sector deberá implementar para mejorar el estado de la salud reproductiva de las personas en todas las etapas de su vida, reconociendo su condición de derecho humano y social fundamental. A pesar que el concepto de salud reproductiva (SR) incluye, sin agotarlo, al programa y actividades de Planificación Familiar. El Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar que forma parte del presente Programa Nacional de Población orienta las acciones intersectoriales que contribuyen al logro del objetivo de salud integral planteado por la política de salud.
Las líneas de acción de este programa son cinco: comunicación, educación y capacitación y evaluación e investigación. Los responsables de ejecutar estas líneas de acción son el Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano (PROMUDEH), Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Educación, Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) y organismos no gubernamentales en consulta con las organizaciones de base, especialmente las de mujeres.
A partir de la década del ochenta se han realizado campañas de comunicación en Planificación Familiar en el Perú. Si bien aún hoy se las recuerda, no han significado un esfuerzo sostenido en el tiempo.
APROPO con el apoyo financiero de USAID y la Asistencia Técnica de The Futures Group y la Universidad John Hopkins, viene desarrollando campañas integrales de comunicación en planificación familiar.
Estas campañas fueron presentadas en el Foro de las ONG, como parte de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, y merecieron el elogio por su carácter positivo y motivador. Fueron seleccionadas con las campañas de Egipto, Zimbabwe e Indonesia como ejemplo a imitar.
A lo largo de estos años, se ha desarrollado campañas genéricas y de marca, cuya combinación ha significado lo siguiente:
  • El tema de la sexualidad y la planificación familiar viene siendo discutido ampliamente para dejar de ser un tema tabú.
  • Entretenimiento como un vehículo de educación para un acercamiento mayor al público - objetivo.
En el caso de condones «Piel» se lanzó la primera campaña masiva difundiendo la noción de parejas responsables. Las ventas superaron ampliamente las expectativas.
  • Incrementar los niveles de recordación de mensajes que aumentan cada año, así como la participación de los medios que evidencia la importancia e interés en esta temática.
  • Disminuir mitos y rumores sobre los métodos anticonceptivos y la sexualidad responsable, incrementando el uso de la consejería telefónica y la asistencia a centros y servicios de planificación familiar tanto del Ministerio de Salud como del Instituto Peruano de Seguridad Social y de las ONG, así como algunas clínicas particulares.
La comunicación en población es un tema cuya relevancia no es reconocida del todo, tan es así que solamente ha sido limitada a asuntos menores como folletería, materiales impresos y reuniones - talleres esporádicas.
El programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas (1994) define que “la salud reproductiva es un estado de bienestar físico, mental y social y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos”.
Por su parte, la atención de la salud sexual y reproductiva abarca un conjunto de métodos, técnicas y servicios que deben ofrecerse con competencia técnica, en un marco de respeto a la población, eliminando posibles prejuicios socio - culturales y actitudes discriminatorias basadas en el sexo, la edad, el estado civil o el grupo ético.
La salud sexual y reproductiva es un derecho fundamental de varones y mujeres y un requisito básico para lograr el desarrollo humano, el progreso socioeconómico y el desarrollo sostenible.
En este sentido, el Programa Nacional de Población 1997- 2001 tiene como objetivos específicos y metas el promover, a través de la información y educación, la participación de la pareja en el auto cuidado de la salud materno perinatal, y el acceso al control prenatal, parto y puerperio con personal calificado, la definición de Salud Reproductiva de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (CIPD) que ratificó la concepción de salud de la OMS. En esta conferencia se definió la salud reproductiva como:
"Un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y con sus funciones y sus procesos.
Se ha reconocido oficialmente la existencia de los derechos reproductivos, como parte importante de los derechos humanos:
"el derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de os nacimientos y el intervalo entre estos, y a disponer de la información y de los medios para ello y el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia."
Este concepto de salud reproductiva engloba por tanto, el derecho a tener relaciones sexuales gratificantes y enriquecedoras sin coerción, sin temor de infección o de embarazos no deseados; la posibilidad de regular la fecundidad sin el riesgo de efectos secundarios peligrosos; el derecho a un embarazo y un parto seguros; y el derecho a dar a luz y criar niños saludables.
Asimismo, el concepto de salud reproductiva incluye el de salud sexual, cuyo propósito es el realce de la vida y de las relaciones personales y no simplemente la consejería y cuidado relacionado con la reproducción y las enfermedades de transmisión sexual.
En consonancia con las anteriores definiciones, la atención de la salud reproductiva es definida por el CIPD como:
"El conjunto de métodos, técnicas y servicios que contribuyen la salud y bienestar reproductivos al evitar y resolver los problemas relacionados con la salud reproductiva. Incluye también la salud sexual, cuyo objetivo es el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enfermedades de transmisión sexual." 
La Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, se reconoce que "La mujer tiene derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental. El disfrute de este derecho es esencial para su vida y su bienestar y para su capacidad de participar en todas las esferas de la vida pública y privada. La salud de la mujer incluye su bienestar emocional, social y físico; contribuyen a determinar su salud tanto factores biológicos como el contexto social, político y económico en que vive."                                                                                      

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